Acabo de volver y sigo saboreándome… Qué maravilla de finde gastronómico nos han preparado nuestros amigos Luis Moreno y Alejandra de la Peña. Millones de gracias a los dos!!
Empezamos cenando el jueves en La Bolera de Somió. Allí tuvimos la suerte de probar dos chuletas impresionantes: una de Angus y otra de Simmental. Las dos se deshacían… tiernas y sabrosas. A las niñas nos gustó más la Angus y a ellos la Simmental… Fiaros más de los chicos en esto!! Las zamburiñas del aperitivo brutales también!!
Al día siguiente fuimos a celebrar el cumple de Ale a Casa Marcial. Imposible describir con palabras la experiencia… El camino hasta llegar merece la pena ya de por sí y el enclave es único… un pequeño pueblito rodeado de montañas donde pastan las vacas… (y la ovejas, claro!)
Casa Marcial es además un restaurante precioso. Lejos de la frialdad y minimalismo que suele estar tan presente en restaurantes con estrellas Michelin, éste es cálido y acogedor. Igual que el personal que lo atiende. En sala la encantadora Sandra, hermana de Nacho Manzano, y Juan Luis García Ruiz un auténtico sabio de los vinos.
Y como os decía al principio… Indescriptible la comida! Luis se encargó de prepararnos un menú con platos de años anteriores y novedades que nos dejaron a todos sin palabras… Os dejo las fotos que hablan por sí solas. Mención muy especial para el salmón salvaje con habas tiernas, los tortos rellenos de huevo y sardina marinada, por supuesto las croquetas consideradas por muchos las mejores de España y la nécora que se come entera. La ensalada de chocolate nos emocionó a todos, muy en especial a la cumpleañera, que es la chocolatera más experta que conozco y nada fácil de entusiasmar!
Volvimos rodando pero los chicos que son unos valientes fueron a repetir chuleta y mollejas de lechal a la Bolera.
Al día siguiente Alej y Luis nos descubrieron uno de sus secretos mejor guardados: Casa Eladia, un pequeño colmado donde probablemente den la mejor fabada asturiana! Como broche de oro un helado de turrón casero para morirse…
Y para cenar a La Zamorana. Percebes buenísimos, salpicón de langosta, gamba roja y otra vez salmón salvaje pero esta vez frito.
Me quedé con ganas de ir a La Pondala restaurante del que tantos buenos recuerdos guardo… Bordan el arroz con almejas y el roastbeef. También eché de menos los tortos y el cachopo de Casa Jamino pero así tenemos excusa para volver.