A pesar de la escasa nieve de diciembre, ir al Valle de Arán siempre merece la pena. Es un lugar maravilloso, donde se pueden hacer unas excursiones preciosas y por si fuera poco, se come fenomenal y a precios muy razonables. Platos, por lo general contundentes, elaborados con muy buenas materias primas.
Hoy os hablo de algunos de mis restaurantes preferidos. No están todos los que son pero sí los que he visitado recientemente.
Cap del Port es la mejor alternativa para comer en pistas. Los huevos estrellados y las lentejas son para nota. Esta vez además tomamos unas habitas impresionantes y un strogonoff espectacular.
Casa Perú, una casona de piedra situada en Bagergue, el pueblo más alto del Valle, es famoso por su tortilla de patata y platos de caza. La tortilla, muy jugosa y sin cebolla, lleva un toque de azafrán que le aporta un color más amarillo de lo habitual. En temporada casi siempre está lleno por lo que una buena alternativa cercana es Casa Rosa.
Biniarán, en Artíes, es el restaurante más bonito y con más encanto del Valle. Aunque en temporada puede ser algo irregular en su cocina, no falla su entrecot café de París.
No muy lejos se encuentra Eth Tritón donde hacen un steak tartar espectacular así como carnes a la brasa. Mención especial a los canelones de setas con bechamel de trufa.
Eth Both, en Salardú, es otro que tiene todo el encanto. La olla aranesa y las carnes a la brasa son su especialidad. Buenísimos también el cordero y el rosejat de boletus aunque, a éste último, la foto no le hace justicia.