Grata sorpresa la que me llevé en La Bien Aparecida! Para mi gusto, ha superado en decoración y comida, a sus hermanos mayores Cañadío y La Maruca. El local, que antes era angosto, ahora, decorado por Sandra Tarruella, es bonito alegre y luminoso pero lo que es para nota, sin duda, es la comida…
Muy bueno el steak tartar hecho con la receta que utilizaba Alberto Chicote en Nodo. Impresionantes los boletus, chipirones guisados y huevo escalfado. Y tras estos dos aciertos llegó lo mejor: una costilla de wagyu que dicen asar 35h y que se deshace en la boca. La acompañan con una salsa, elaborada con un buen fondo (por fin!) y un puré de patata muy cremoso y nada pesado.
Quise pedir el milhojas porque el hojaldre lo traen desde Confitería Santos en Torrelavega (para mi el mejor de España) pero no me hicieron caso y acabamos con una tarta tatin que, a pesar de la maravillosa presentación, me dejó algo indiferente…
Mi segunda cena fue en Premiata Fornería Ballaró. De primero unas croquetas (cómo no!!) de patata ahumada y queso algo insípidas y unas empanadillas de pollo que no estaban mal. Lo querealmente mereció la pena y por lo que volvería mil veces es por los carbonara que estaban de chocar! Tanto que creo que son los mejores que he probado en Madrid… Eso sí, avisar que estaban fuera de carta! Las pizzas también bastante buenas!